sábado, 17 de mayo de 2008

Intertexto


No me acordaba ya, y
me olvidaba ayer de tus manos, que
distintas a las mías no son frías.
Recordaba te reías, y yo
que buscaba más que un pretexto, me
quedaba desencontrada con tu mal disimulada inocencia.
Y el reloj marcaba la cadencia, de
las notas con falta de armonía- de palabras
pronunciadas al vacío- y de
mis ojos congelados en el tiempo.
El calor de tus manos desgarrando mis
latidos, y tu infame melodía,
no queriendo perdonarme la vida.
Siempre se y recuerdo, mi
condición de pañuelo de papel, y de
pretexto. Mi nido esparcido en el
aire, y yo deviniendo.
Ante tus ojos convirtiéndome, en
partícula superflua, y vos barriendo, con
tu guitarra, el espacio. Si no fuera
tan difícil.
No me acordaba ya, y
me olvidaba ayer de tus manos, que
distintas a las mías no son frías.


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