martes, 6 de mayo de 2008

Furia de otoño

Y si hoy fuera definitivo.
Tu camino ya no es el mío.
Hoy es definitivo.
Un boleto en la ceniza y
lo irreconocible.
Mi suprema infelicidad y
la mutua condena.
Las palabras desgarrando mi
único contacto, mi posibilidad de
redención.
Silente te injurio y vos
silente me odiás.
Descubro en mi almohada, los
restos de infames sueños, que
juntas tratamos de destrozar.
Desprecio tu mano, la
única que hacia mi se tiende, así
como vos, con desprecio rompés
mi nido de cuervo.
Sollozo el invierno que
destroza al otoño.
Y siento en mi sangre,
el veloz latir de las Furias.
Doble mío de sonoros pasos, que
arrebata al doble tuyo, las
rosas.
Caídas del Árbol envidian, juntas,
las raíces carcomidas.
Silentes roen los restos,

sangran cavando la grieta.

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