domingo, 27 de abril de 2008

Telemaquia

Cómo irme de viaje,
sin despedirme de las
partes que te apropiaste de mi caos.
En qué momento dejé que
formaras parte de Él que
no es tuyo.
En qué lugar del camino,
encuentro las presencias ausentes de
mi pasaje a la sangre, que es
tributo de mi entrada a los infiernos,
que suponía haber dejado.
Trascendencia profana en el
consumo de sustancias,
que fomentan la trascendencia de
mi caos que me atrapa.
Envuelta en las cenizas del
poeta asesinado me voy lejos
de la historia de mi vida,
incandescente, inocente, intrascendente.
Deformando mi máscara,
de silencios corrompidos por
los gritos de una sociedad que reclama
el regreso del cambio,
la eterna inmanencia que
solo las prostitutas conservan y
tu descaro de apropiador en
una búsqueda que no te pertenece.
Se torna la indiferencia en violencia- la
incapacidad de la risa y la música, la
sonoridad de las almas reflectada en
el espejo de Narciso- y la causa
perdida de paseantes perdidos.
El tacto reemplazado por el consumo
de días perfectos,
plagados de dolor y vulgaridad.
La venta de mi caos que
se burla de mi estático descenso,
al vecino Hades, y
los cortes que recibo de espadas
amigas de la abyección urbana.
El camino salvaje que me salva, que me
atrapa, que me rechaza.
Mi condición humana ultrajada –
mi Caos expropiado.

viernes, 25 de abril de 2008

Varia Pasoliniana



Callaré, amigo, lo que, en cantos y episodios
y coros en lugar de fundidos,
escribiré sobre el silencio de Pílades
que se volverá revuelta
y traición,
contra el amigo de la adolescencia, el del miembro erecto,
Orestes, el príncipe socialista,
el degenerarse de ciertas Furias purificadas
y retiradas a los montes festivos en el cielo
y en el cielo perdidas;
el regreso de esas Furias vueltas al viejo estado
en la ciudad liberada, con ellas, de la monarquía;
el regreso de Electra,
hija que amó a su padre Rey, y ahora es fascista como
se es fascista en el sombrío recuerdo de orígenes defectuosos;
la huída de Pílades hacia los montes de las Furias vueltas Euménides,
las diosas de los partisanos
y del amor imprevisto que une a un partisano a otros partisanos;
la preparación de la lucha,
y el regreso al frente de un ejército irregular,
--el misterioso ejército de las montañas;
la alianza entre Electra fascista y Orestes liberal
y partidario de reformas,
en la ciudad que se volvió opulenta;
la intervención de Atenea
que protege a Electra y a Orestes,
niños de la razón
y los une, haciendo callar el ulular de las Furias antiguas
que vagan por la nueva ciudad;
la incertidumbre de Pílades
ante la ciudad enriquecida
que ya no necesita más de Él;
su encuentro,
la noche de la víspera de la batalla,
con el viejo amigo de la adolescencia,
detenido en su juventud,
bello como en los tiempos de sus primeros amores
cuando las mujeres eran desconocidas;
y también su abandonarse a discursos sobre el alma y el amor
que nada tienen que ver con la realidad presente
que los vuelve a unir;
y, por último, la soledad de Pílades,
al final de la noche,
que, antes del alba, deberá
no obstante, tomar una decisión.
¿Crees acaso que se puede tener un sueño, no recordarlo,
y sin embargo por Él, cambiar la vida?
¿Crees que un padre pueda tener un sueño
en el cual
se ve amar a su hijo,
no sé bajo cuál apariencia,
ya sea el padre mismo, de joven,
o un extraño
que es el padre del padre (joven),
o la identificación en sí de su propia madre...
Nadie
ni yo, conocerá jamás este sueño.

lunes, 21 de abril de 2008

domingo, 20 de abril de 2008

Tiempo cero

Despertando muerta de la muerte. En un mundo viciado. Mitad Coca Cola, mitad Mc Donalds. Pariendo centauros en medio de la avenida. Citando al prusiano. Cantando melancolías de telenovelas. Patinando con un gato por un sueño inventado. Mirándote desde el otro lado de la calle. Perfume de Vívere fumigando la ciudad infectada. Y qué si mañana es igual a hoy. Y deseándote desde el otro lado del teléfono.
Frutillas. Rojas. Con crema. Frutillas rojas con crema. Y soy Frutillitas. La sábana de Frutillitas de cuando era chiquita. La sábana que mojaba y ahora mojo con vos. Y mentime de nuevo. Atame a tus palabras con la cuerda del lobo. Y encadename a tu calentura por los pies. Y acabemos con el mundo. Y muriendo en un orgasmo. Y despertándome muerta entre tus brazos. Y terminando con esta ciudad vacía.
El Botánico en vivo. Canales de aire sobrepoblados de Botánicos. Y yo mirando sin mirar me río sin reírme. Y deseándote sin desear quiero volver a verte. Y tocándome sin tocarte pienso en vos. Y te llamo sin llamarte. Y te siento sintiéndote en mi muerte.
Desperdiciando el tiempo en fabricar monedas. Me como los billetes. Encendete un cigarrillo con mi sueldo. Esclavos de un dueño envilecido. De una estirpe sangrienta. Nos cortan los días por un espejismo. Y pienso en cualquier cosa. Y tan poco me importa lo que el dueño de mi tiempo pretende. Y lo escucho sin escuchar. Y pienso en vos. Y pienso en que voy a cocinar. Y veo que mueve los labios. Y debe estar hablando en arameo. Y me importa tan poco. Y no se calla más. Y pienso en el Discovery Channel. En el Animal Planet. En la reproducción del demonio de Tasmania. En la supervivencia de las cucarachas. En Kafka. En las metamorfosis de Ovidio. En la negación de Casandra.
Despertando muerta de la muerte. En un mundo viciado. Mitad Coca Cola, mitad Mc Donalds. Pariendo centauros en medio de la avenida.

Desarme nuclear

¿ Y cuántas veces más me vas a desarmar? Juguete para desarmar.
Des- ar- mar.
Primera conjugación como amar... ja ja ja.
Mi sangre que me desangro. Te lloro tanto con mis venas.
No escuchás mis lágrimas. Tu nombre escrito en mis manos.Mi destino escrito en las tuyas.
Te lavas las manos y el jabón me convierte en espuma.
Me dejás enamorada violada.
Violeta mañana.
Sentime aplastada.
Usá mis palabras.
Usame arruinada.
¿Cuánto te toma coronarla?
Mentime en la cara.
Cortesana barata de tu...
Deseame desarmada.
Desarmame deseada.
Enamorame deseándome.
Vendé mis partes usadas. Las que vos usaste. Desechalas.
Cambiame mañana.
Violeta mañana.
Violenta violada.

How do you call your lover boy?